Este año 2018 es un año de cambios regulatorios en nuestra profesión, muchos cambios, hasta el Gobierno de la Nación cambia de la noche a la mañana, o el técnico de la selección española de futbol la víspera de comenzar el mundial de futbol es despedido, y todo continúa como si nada, aunque lo que se proponga no tenga fundamento efectivo, cada vez los valores van desapareciendo y no pasa nada..!!
Pongamos el caso de un consumidor que realiza la compra de una póliza de seguros cuyas condiciones particulares apenas ocupan tres hojas para definir todas las garantías que acaba de contratar, acompañadas de un librito de condiciones generales donde las exclusiones aparecen en negrita bien resaltadas, y que se supone que el cliente debe de leer y devolver firmadas para el archivo de la aseguradora.
Esto que hasta hace escaso tiempo era suficiente para contratar una póliza de seguros, ahora si solo entregas esa documentación al cliente es pecado mortal, porque no has entregado un dossier de confidencialidad donde el cliente firma que te autoriza a utilizar sus datos exclusivamente para fines aseguradores, pero además tiene que rellenar unas casillas concretas para comprobar que ha leído todos los documentos que le has aportado, pero además tiene que firmar una autorización para que tú seas su mediador de seguros para esa póliza, y si mañana quiere contratar otra póliza contigo vuelta a comenzar otra vez a lo mismo y a firmar toda la documentación.
Y que ocurre si se te olvida, o si no estás con el cliente físicamente, o simplemente la confianza te lleva a emitirle una póliza sin recoger su firma, relegando ese acto para otro momento más apropiado para el cliente, ya que en ese no puede desplazarse para firmar. Pues pobre mediador, porque como se le ocurra enredar a ese cliente, le busca la ruina , ya que si hay denuncia por utilizar sus datos sin consentimiento e interviene la Agencia de Protección de Datos y comprueba que no se ha seguido todo el protocolo, la sanción pertinente puede alcanzar los 20 millones de euros. Casi nada ..!!
Pero también este 2018 se pretende dar luz verde a la nueva Ley de Mediación de Seguros, donde en función del tipo de falta que cometas la sanción puede llegar a 5 millones de euros.
Así que la cuestión es conocer si estamos protegiendo al consumidor o estamos desprotegiendo al mediador profesional que se encuentra sobre regulado, que ha demostrado capacidad de gestión, lealtad al cliente, diligencia en su trabajo y honorabilidad, cuestión esta imprescindible para acceder a nuestra profesión.
Y sin embargo, y además de tener la obligación de disponer de póliza de Responsabilidad Civil millonaria por si ocasionamos algún perjuicio económico al cliente, sea resarcido y se garantice su pago, por si todo esto fuese poco también tenemos que tener las empresas un Compliance Penal que certifique que cumplimos con la regulación existente, porque de no ser así seremos responsables penales de las actuaciones de cualquier miembro de nuestra plantilla.
Así que la maquinaria sancionadora se pone en marcha, que Dios nos ampare a los Mediadores de Seguros, y muy especialmente nuestra Patrona la Virgen del Perpetuo Socorro.
Jose Luis Mañero.
PRESIDENTE DE ENGLOBA GRUPO